Hackeo a Twitter: pudo ser peor

El día de ayer, varias cuentas verificadas de Twitter fueron hackeadas. Cuentas de personalidades como las de Elon Musk, Bill Gates o de empresas como Uber y Apple recibieron el ataque. A través de ellas se publicaron mensajes para donar bitcoins a una cartera publicada en los mismos tweets. La promesa era que los propietarios originales de dichas cuentas de Twitter duplicarían las donaciones realizadas por sus seguidores.

Para tener tal nivel de acceso e involucrar tantas cuentas, se sospecha que el hackeo fue realizado a través de un empleado de la compañía. Algunos empleados utilizan herramientas internas, a través de ellas se modificó el e-mail de recuperación y así obtuvieron el control de las cuentas.

El hackeo ocasionó ligeras pérdidas al TWTR, pero a esta hora, las acciones de Twitter ya recuperaron lo perdido. Nada comparado con la caída del 24 de Octubre de 2019 cuando sus acciones cayeron un 21% tras la publicación de sus resultados.

La plataforma ha sido últimamente cuestionada respecto a su compromiso con el combate a las fake news y el uso de bots para distorsionar la conversación pública. Tal vez, este evento devenga en mejores políticas de la compañía para regular a los usuarios malintencionados.

El hackeo a Twitter pudo ser peor

No es la primera vez que hay un intento de fraude para duplicar bitcoins en Twitter. Por lo que a decir de Joe Tidy, los hackers sabían que los tweets serían removidos rápidamente. También reflexiona sobre los alcances que pudo tener este ataque masivo: “Con tanto poder al alcance de la mano, los atacantes podrían haber hecho mucho más daño con tuits más sofisticados que pudieran haber dañado la reputación de una persona u organización”, comenta Tidy para la BBC. 

Incluso podríamos pensar en “¿Qué habría ocurrido si los hackers hubiesen publicado un tweet en el perfil de Donald Trump relacionado con alguno de los países con los que actualmente mantiene disputas el país norteamericano?” como plantea Nicolas Rivera en Hipertextual.

Este tipo de ataques funcionan por nuestra manera todavía poco sofisticada de gestionar la información de las redes sociales. Por ejemplo, en el contexto de la pandemia se han registrado casos de ataques al personal médico por rumores difundidos en redes. Inclusive hay reportes de personas intoxicadas por cloro. ¿Qué pasaría si desde estas cuentas se publica información relacionada con el COVID 19 que ponga en riesgo la salud de las personas?

Reaccionar de inmediato y con insensatez a las publicaciones que vemos en redes sociales, nos puede poner en riesgo a nosotros y a los demás. Es necesario dejar de ser usuarios reactivos; Dejar de actuar frenéticamente en la inmediatez y evolucionar hacia la práctica reflexiva de la socialización en redes, ser usuarios 2.0, pues.

Para ello es necesario dejar de sobrevalorar la opinión de las “celebridades” como si fueran expertos en todo. Traer de vuelta el sentido común. Reforzar nuestro criterio añadiendo mayor información al contexto y abandonar la necesidad de crearnos una opinión apresurada sobre cada situación. En nosotros está la evolución.